sábado, 8 de abril de 2006

Exorcismos y otras aberraciones




El día de hoy asistí al bautizo del hijo de un primo, es para mí todo un gusto porque mi primo al ser hijo de la hermana de mi madre, nos hace estar realmente cerca en cuestiones de sangre, al grado que puedo considerara mi primo prácticamente mi hermano y eso es para mí mucho decir, vamos, representa muchas cosas en cuestión de familia.

Hago ésta introducción porque al estar, más por compromiso que de ganas, en la ceremonia de bautizo, el padre nos avisa que iniciará el rito, momento o no sé como llamarlo del exorcismo, QUE????, exorcismo, ahora si quedé sorprendido, cómo es posible considerar siquiera que un bebé, hermoso, donde se ve reflejada la maravilla de la vida, pueda ser considerado que trae al chamucho, al mal dentro, chale, el momento fue brutal, de pronto imaginé, y no fui el único, que entre los que ahí estábamos se escabulliría un ser horrible tipo el de la película del exorcista, con la cabeza hacia atrás y caminando en cuatro patas, entre las sillas y butacas de la iglesia, fue una imagen grotesca, irreverente muchos dirán, pero inconcebible.

Donde cabe que un bebé, recién traído a este mundo sea considerado el portador del pecado original, del mal, chale, qué culpa tiene de que eva y adán le hayan puesto chido y cogido como locos, porque dudo que por una manzana les hayan hecho tanto pancho. En ese caso al que deben bautizar es a mí, creo traer más al mal yo, que ésta pobre criaturita que es apenas un bebé y que las únicas cosas que sabe de ésta vida son quienes son sus padres, que el pecho de su madre es una fuente maravillosa de vida y alimento y que el sueño es uno de los placeres de la vida, (que aproveche ahora porque después las noches de insomnio son devastadoras).

Por el momento me limito a describir mi asombro y hasta mi molestia por ésta consideración, exorcismo, hasta la palabra me parece repugnante, también por el hecho de que me causa ruido y enojo pensar que un hermano que tuve, quien falleció a las pocas horas de haber nacido, sea considerado también un portador del mal sólo por no haber sido bautizado, pero si no tuvo tiempo siquiera de tener malos pensamientos por favor!, el pobre estaba luchando por sobrevivir!; de hecho estoy seguro que donde quiera que esté, que por supuesto es un lugar espectacular, se estará riendo de ésta consideración y aún cuando no lo conocí, es parte importante de mi vida y gran apoyador en mis momentos de flaqueza, es lo que podría considerarse un ángel y seguro estoy de que está más cerca de nosotros de lo que nosotros mismos en la familia consideramos.

No quiero entrar en discusiones sobre este tema porque sé perfectamente que siempre es motivo de pleitos y hasta guerras, así que solamente me limito a poner en la mesa mi molestia, mi enojo por semejante aberración, por qué los bebés recién nacidos deben cargar con culpas que no son de ellos y que ni siquiera estamos seguros de que sean ciertas y más aún por considerarlos culpables y portadores del mal, que horror!

Desde ésta esquina, sin hacer noveles pecados, puros conocidos, se manifiesta este pecador experimentado, más que cualquier bebé.
Román T.M.