Delirios nocturnos
Estos últimos días han sido de mucho trabajo y poco tiempo para los placeres terrenales como la lectura, la contemplación de la vida, el disfrute y gozo de las cosas simples como un paisaje, una buena comida o la compañía de un ser querido, dudo que en los próximos días esto vaya a ser posible pero por salud física y mental creo que es algo que debo hacer.
Algunos viajes se muestran en un futuro cercano, pero esa horrible costumbre de responsabilidad lo lleva a uno a postergar el cambiar de aire, respirar climas diferentes y compartir momentos con gente que de pronto uno descubre que están en su corazón más de lo que uno podría imaginar.
Es emocionante la vida, siempre nos muestra caras diversas ante diferentes aspectos, el trabajo y desarrollo personal, el involucrar a tus seres queridos en lo que te apasiona y de pronto compartirlo con alguien que es importante para uno, así como esa difícil, áspera pero placentera búsqueda de la pareja, se convierten en procesos que emocionan, retan y forjan caracter.
A veces no sé ni porque escribe uno aquí, pero para los que nos dedicamos a esto del internet, es una especie de necesidad, es como un espacio donde nos movemos con facilidad, donde la relación con nuestras máquinas se convierte en nuestra mejor arma para exponer algo, criticar algo o simplemente dejarlo como memoria en una base de datos que se consultará algún día.
En fin, otra vez las ideas me agolpan la cabeza, son como estallidos que debo atender...
Román T.M.
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